No mirando la niebla, sino a dios
NO MIRANDO LA NIEBLA, SINO A DIOS
“Confio en Dios que serà asi como se me a Dicho,”
Hechos 27:25
Lectura Biblica Santiago 1:1-8
viernes, 26 de octubre de 2012
Hace algunos años fui a America con el capitân de un vapor, gue era un cristiano muy fervoroso. Cuando
nos alejamos de la costa de Terranovâ, me dijo: la ultimavez que crucê por aqui hace cinco semanas, me acontecio algo extraordinario que revoluciono mi vida cristiana por completo.
Teniamos a bordo a George Muller, de Bristol. Nunca abandoné el puente donde pasé veinticuatro horas. George Muller vino a donde yo estaba y dijo: “Capitân, he venido para decirle que necesito estar en Quebec el sâbado por la tarde. -Es imposible-, le repliqué. -Esta bien, si su vapor no puede llevarmie, Dios proveera
otro medio. Durante cincuenta y siete aflos nunca he faltado a uno solo de mis compromisos. Vamos a orar en la habitacion de la carta hidrogrâfica.”
Miré a aquel hombre de Dios, y me dije:? De quel manicomio se habra escapado este hombre? Nunca
habia oido una cosa semejante. -Señor Muller -le dije-, No se da usted cuenta de lo densa que es esta niebla? -No -replicô-, mis ojos no miran a Ia densidad de Ia niebla, sino al Dios vivo, quien controla todas las circunstancias de mi vida.
Se arrodillô y orô una oracion simplicisima, y cuando terminô yo iba a orar; pero eI, poniendo su mano
sobre mi hombro, me dijo que no orase. -Primero, porque usted no cree que El contestara; y segundo, porque YO CREO OUE EL HA CONTESTADO, y no hay necesidad de que usted ore acerca de ello.
Le mire,y me dijo: -Capitân, yo he conocido a mi Señor r durante cincuenta y siete años, y durante este tiempo no he faltado ni un solo dia en tener audiencia con el
Rey. Levântese, capitân, abra la puerta y vera como la niebla ha desaparecido-. Me levanté, y verdaderamente la niebla habia desaparecido. El sâbado por la tarde, George Muller estaba en Quebec cumpliendo su compromiso. Nuestro Dios puede disipar el tiempo necesario todas las nieblas de nuestra vida.
ANÉCDOTAS
El famoso libre pensador Collins, pregunto a un hombre que se dirigia a la iglesia qué iba a hacer alli.
-Adoramos a Dios -fue la respuesta.
-Y como es vuestro Dios, grande o pequeño?
-Las dos cosas -contesto el creyente-..Es tan grande que los cielos no le pueden contener y tan pequeño que cabe en mi corazon.
Collins declaro que esta respuesta le habia mpresionado mas que gruesos volûmenes de teologia.
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Ese hombre ha estado en el ejercito o en una academia militar –dijo un caballero a un amigo que le acompañaba.
¿ Como lo sabe ¿ dijo este.
-Por su modo de andar.
De igual modo nuestro modo de vivir denunciara si realmente hemos estado con Jesùs.
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-He venido a fundar una nueva religiôn -dijo alguien a Talleyrand pero no sé cômo propagarla. -Muy facil -contesto el gran estadista.
-Si? Como? -Déjese crucificar y resucite el tercer dia -fue la respuesta